Ustedes también pasaron por esto.

Aunque los gobiernos (sordos, ciegos y mudos) de países siempre amigos, olviden a través de sus políticas migratorias, que varios de ellos, han pasado por procesos de Diáspora como la Venezolana. Y que estos procesos, generalmente  ocasionados por procesos de opresión, inciden económica y socialmente en el ciudadano, siempre sus pueblos sabios, marcan la diferencia, actuando conforme a valores democráticos y su luchas históricas, como es el caso,  del siempre alegre y sabio pueblo Dominicano.

Tomado de las “Actividades de Juan Pablo Duarte en Venezuela en contra de la anexión de la República a España”, por  la revista Clio,  (clio.academiahistoria.org.do)

“Después de permanecer desde 1844 fuera del país, primero expulsado y luego en un exilio aparentemente voluntario, desde 1845, pero en realidad forzado, en vista de la situación política imperante bajo los gobiernos de Pedro Santana y Buenaventura Báez, con los cuales le hubiera sido, probablemente, imposible comulgar, por todas las actuaciones derivadas de su naturaleza autoritaria, antidemocrática y caudillesca, que lo mantendría en permanente conflicto con ambos regímenes y le haría correr el riesgo de hasta perder la vida, como le ocurrió a otros dominicanos… ”. Mas adelante nos señala, el texto: “…Sin embargo, el 16 de enero de 1894, don Blas Bruzual  comunico a Juan Pablo Duarte que el presidente de Venezuela, Juan Crisóstomo Falcón lo recibiría ese mismo día a las once de la mañana. Al mismo tiempo, Bruzual informó a Duarte, que le había dicho al presidente Falcón, que debía ordenar que se entregara a los dominicanos mil pesos, de los cuales Duarte recibiría ochocientos pesos y Rodríguez Objio, los doscientos restantes, a lo cual el Presidente contestó que sería “bien despachado. Tal y como estaba previsto, Duarte sostuvo la entrevista con el Presidente Falcón, “quien lo presento al vicepresidente a entregar la consabida suma”, para lo cual Duarte fue citado por el Vicepresidente a recibirla al día siguiente. En lugar de asistir personalmente, Duarte autorizo a Rodríguez Objio, para que retirara la misma, y para estos fines dirigió una comunicación el general Antonio Guzmán Blanco, el 19 de Enero de 1864.”

También, el periódico Hoy digital, de fecha 04/07/2015, reseña “El día que el dictador Trujillo intentó matar a Betancourt”. (Hoy.com.do), entre esas notas, vemos lo siguiente:

“El 24 de Junio se cumplieron 55 años del atentado dinamitero contra el presidente de Venezuela Rómulo Betancourt, hecho delictivo patrocinado por el dictador Rafael L. Trujillo, y que motivó las sanciones diplomáticas y económicas impuestas por la Organización de Estados Americanos (OEA) contra la República Dominicana.” Más adelante continua el artículo, diciendo: “Los problemas continuaron cuando jóvenes antitrujillista se asilaron en la embajada de Venezuela en el país. Trujillo entendió que esta acción había sido estimulada por grupos venezolanos para crearle problemas y, por tanto, rechazo la petición de salvoconducto para que los asilados salieran del país.”

Por otra parte, – aunque los venezolanos lo sabemos – es necesario comentar que en Venezuela existe la Comisión de Administración de Divisas (CADIVI), actualmente, Centro Nacional de Comercio Exterior (CENCOEX), es un organismo gubernamental encargado de vender divisas a los ciudadanos  de Venezuela, bajo ciertas condiciones y limitaciones, debido a este Control de Cambios, desde el 2003, no hay libre acceso a la moneda extranjera.

Dentro de ese contexto, debemos ver la forma regresiva, con que se han aplicado algunos derechos -en particular los económicos-, entre los tratados internacionales suscritos por Venezuela, encontramos La Convención Americana sobre Derechos humanos, en el Título III De Los Derechos Económicos, Sociales Y Culturales, en su artículo 26, referido al  Desarrollo Progresivo de los mismos, el cual establece:

“Los Estados Partes se comprometen a adoptar providencias, tanto a nivel interno como mediante la cooperación internacional, especialmente económica y técnica, para lograr progresivamente la plena efectividad de los derechos que se derivan de las normas económicas, sociales y sobre educación, ciencia y cultura, contenidas en la Carta de la Organización de los Estados Americanos, reformada por el protocolo de Buenos Aires, en la medida de los recursos disponibles, por vía legislativa u otros  medios apropiados.”

Es un hecho público y notorio a nivel internacional, que muchos de los Venezolanos, que logran salir del país, lo hacen con poco o nada de dinero en divisas de otro país, en primer lugar por la medida gubernamental de “Control de Cambios”, impuesto desde el 2003 y que de manera regresiva ha sido aplicada para detrimento del ciudadano venezolano. En segundo lugar, en ninguna Casa de Cambio del mundo, existe la posibilidad de cambiar los Bolívares, que es la moneda Venezolana, por la divisa que usted prefiera.

Así las cosas, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Civiles y Políticos (Nueva York. 16-XII-1966), establece en el artículo 26, lo siguiente:

“Todas las personas son iguales ante la ley y tienen derecho sin discriminación a igual protección de la Ley. A este respecto, la ley prohibirá toda discriminación y garantizará a todas las personas protección igual y efectiva contra cualquier discriminación por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de cualquier índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social”

Yo como venezolano, entiendo los favores políticos, que puedan existir en materia económica -a nivel de relaciones bilaterales de gobiernos-, pero no comprendo, como pueden exigir a un venezolano que llega en condición de turista (pero que  realmente ustedes saben que es un refugiado, porque busca comprar comida, trabajar y vivir dignamente, aunque sea por breve tiempo), como medida migratoria, “muestre la cantidad de dinero que trae” y calificarla de suficiente o de insuficiente, para permitir su ingreso a la República Dominicana. Sin embargo, aunque respete todas las medidas en materia migratoria, que con derecho o no han impuesto,  como ciudadano venezolano,  les pido muy respetuosamente, a las autoridades responsables en materia migratoria del Gobierno Dominicano, a ver y a oír la verdad del pueblo venezolano, no la verdad política que a nivel comunicacional, han transmitido internacionalmente el gobierno de Venezuela (crisis política o que el pueblo esta dividido) y si quieren ir mas allá véanla conforme a la óptica que les muestra, la inscripción bíblica de su escudo o con la solemnidad del lema venerable, que fija los principios fundamentales que rigen a la República Dominicana, asentadas por Juan Pablo Duarte con la expresión “Dios, Patria y Libertad”.

En ese contexto, la palabra de Dios, en el libro de éxodo, capitulo 23, versículo 9, nos dice:

“No maltraten ni esclavicen al refugiado, pues ustedes también fueron extranjeros en Egipto, y ya saben lo que es vivir como esclavos en otros país.”

Creo que ustedes, – Gobierno Dominicano – nunca recibieron una carta de exhorto, por parte de la Cancillería Venezolana, relacionado con los hechos que se manifiestan en el Aeropuerto de las Américas “Jose Francisco Peña Gomez”, ni siquiera, un  twitter, como el escrito por nuestra canciller Delcy Rodríguez, realizado en días pasados, donde escribió que –siguiendo instrucción del Presidente Maduro– presentaría una “fuerte protesta” por “afrenta” contra el “deportista”. En un segundo mensaje,  siempre desde las redes sociales, la Canciller añadió: “Es absolutamente inadmisible las ofensas contra el gentilicio venezolano, producto de las campañas de desprestigio de la oposición violenta”.

En vista, de la ausencia de representación política y diplomática, es que me animo a escribir estas lineas, en primer lugar; por dignidad, soy  Venezolano, en segundo lugar; por el respeto que se merece el Dr. Jose Francisco Peña Gomez, quien paradojicamente, entre otras cosas, luchó por lo que actualmente nosotros los Venezolanos padecemos, “La internacionalización de los derechos económicos de los Dominicanos”, y en tercer lugar; porque los derechos humanos y el derecho internacional nos asiste,  ya que es publico y notorio para el mundo, que los venezolanos, no tenemos libre acceso a cambiar dentro de nuestro país, bolívares por cualquier divisa, ni dentro del país, ni fuera del país, -es un secuestro económico, impuesto por el Gobierno de Veenzuela-, lo digo mas claro; no existe casa de cambio en el mundo que cambie bolívares por dolares o por ejemplo; por pesos dominicanos. – Si quieren, hagan la pregunta de rigor en las casas de cambio existentes, sobre todo al llegar al aeropuerto arriba mencionado-. Las políticas publicas aplicadas a los venezolanos son regresivas y no nos permiten disfrutar la plena efectividad de nuestros derechos económicos.

Los venezolanos que hemos compartido con el pueblo dominicano, sabemos lo sabio y solidario que han sido con todos nosotros, nos han apoyado como hermanos, orientado, motivado, fortalecido y no nos ha faltado nunca una mano amiga que nos impulse a seguir adelante, es verdaderamente un trato de familia, ustedes señores gobernantes, también son parte del pueblo, solo que esta vez les corresponde servir como funcionarios públicos a su nación.

Al final de cualquier conversación, los amigos dominicanos, dicen; “nosotros los dominicanos, cuando pasamos por procesos de represión, como los vivido cuando el Presidente Trujillo y tiempos de Diáspora cuando el Presidente Joaquin Balaguer, ustedes los venezolanos y su gobierno nos abrieron las puertas, ahora ustedes son bienvenidos en República Dominicana, póngase pa´ eso.”

Dios bendiga la sabiduría del pueblo Dominicano, bendecimos esta tierra maravillosa y bendecimos a sus gobernantes.

Gabriel Amador

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