LOS DIVERSOS TIPOS DE OPOSICION VENEZOLANA.

¿Por qué será que las personas que tiene la visión de traer la libertad política a su pueblo, tan raramente preparan un plan estratégico global a fin de alcanzar esa meta?

Los partidos políticos que forman parte del sistema de partidos de Venezuela, no han entendido la necesidad de planear o simplemente no están  acostumbrados  o capacitados en pensar estratégicamente.

Desafortunadamente para el pueblo de Venezuela, que ha confiado en ellos, les corresponde una tarea difícil ser acosados  por la dictadura y agobiados por sus responsabilidades inmediatas. << Sin seguridad, ni tiempo>>

Por esa razón, el patrón común dentro de los sectores políticos de la oposición, es simplemente reaccionar a las iniciativas de la dictadura. Así la oposición está siempre a la defensiva, tratando de defender libertades limitadas o la bandera de la libertad; en el mejor de los casos, demorando el avance de los controles dictatoriales, u ocasionándoles problemas a las nuevas políticas del régimen.

De tal forma, que esa conducta reaccionaria, la podemos dividir en varios grupos:

  • Algunos individuos o grupos, por supuesto, no ven que haya necesidad de una amplia planificación a largo plazo para un movimiento que alcance la libertad. En cambio, piensan ingenuamente que si ellos simplemente se abrazan a sus ideales con fuerza y tesón durante un tiempo suficiente, de alguna manera acabarán por realizarlos.
  • Otros asumen que porque simplemente viven y dan testimonio de sus principios e ideales frente a las dificultades, están haciendo cuanto pueden para implementarlos. El compromiso con los objetivos humanitarios y la lealtad a los ideales son admirables pero inadecuados para acabar con una dictadura y conquistar la libertad.
  • Otros opositores de la dictadura muy ingenuamente creen que si sólo llegan a emplear la violencia suficiente, la libertad llegará sola. Pero, la historia nos ha revelado lo contrario (hago mención de ello, en mi libro Bendito Derecho), la violencia no garantiza el éxito. En lugar de libertad,  ésta puede llevar a que se instale otro tirano o simplemente a la derrota, a la tragedia masiva o a ambas. El Régimen dictatorial está mejor equipada para la lucha violenta, y ya ha sido confirmado,  las realidades militares en Venezuela, rara vez están a favor del pueblo demócrata.
  • También hay activistas que basan su acción en lo que ellos sienten que deben hacer. Estos modos de abordar la situación son no sólo egocentristas sino que no ofrecen guía alguna para desarrollar una gran estrategia de libertad y democracia.
  • Otras personas o grupos pueden contemplar la necesidad de alguna planificación, pero sólo pueden pensarla a corto plazo y sobre base táctica. Puede que no vean que una planificación a largo plazo es necesaria o posible. Puede que a veces sean incapaces de pensar y analizar en términos estratégicos, y se permiten, repetidamente, ser distraídos por cuestiones de poca monta, a menudo respondiendo más a las acciones de sus adversarios en lugar de tomar la iniciativa para la resistencia democrática. Dedicándoles tanta energía a actividades de corto plazo, estos líderes con frecuencia dejan de explorar cursos alternativos de acción, donde podrían encauzarse todos los esfuerzos para ir acercándose progresivamente a la meta.
  • También es quizá posible que algunos movimientos democráticos no planeen una gran estrategia para hacer caer la dictadura, sino que se concentren en problemas inmediatos por alguna muy buena razón. En su fuero interno no creen que pueden acabar con la dictadura por su propio esfuerzo. Por consiguiente, el planear cómo hacerlo se considera una romántica pérdida de tiempo o un ejercicio inútil.

El común denominador, es que en su mayoría no han colocado toda su capacidad al servicio de cómo alcanzar la libertad y deben admitir ante el pueblo de Venezuela, que aunque el régimen dictatorial se está desintegrando, ellos los representantes de los partidos políticos de oposición, no le han dado la importancia a una meticulosa planificación estratégica antes de actuar. Mejor dicho, casi nunca lo hacen.

El resultado de esa incapacidad de planear estratégicamente, ha sido muy duro para el pueblo (muerte, enfermedades, hambre, diáspora, etc) y en lo político, se han dispersado las fuerzas, las acciones son inefectivas, se dilapida la energía en asuntos sin importancia, y los sacrificios se hacen para nada. Lo cual, le pudiera permitir a la dictadura aumentar los controles y su poder.

En conclusión, si los políticos no planifican estratégicamente, lo más probable es que no alcancen sus objetivos.

Sin embargo, la sociedad civil que si está organizada,  reconoce el valor de la planificación estratégica, para alcanzar los valores de libertad, justicia, restablecimiento del orden constitucional y democrático.

Para concluir les dejo, un pasaje que conseguí en mi Biblia, en el libro de Lucas, capitulo 14, versículo 28, que dice lo siguiente:

“Porque ¿Quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla?”

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