LAS CONSECUENCIAS DE LA TIRANÍA.

Lo describe un poema, llamado “ANATEMA CONTRA LOS TIRANOS”, que sin estorbos retóricos, circuló en un momento de la historia, en que el clima general de protesta y rebeldía, iba extendiéndose por todo un país, y al que la dictadura daba respuestas aumentando la represión y la crueldad; y un sinfín de detalles individuales que surgían espontáneamente de una consciencia colectiva, determinaba LA INMINENCIA DE UN ESTALLIDO, fue escrito por el Dr. José Francisco Peña Gómez, un verdadero líder político,  dice así:

 “Los que justifican con torpe leyenda

sus depredaciones y desafueros.

Los que del Estado hacen una hacienda

y  los ciudadanos son sus jornaleros.

Los que con moneda compran la conciencia.

Los que las ideas pretenden matar.

Los que “bienhechores” se suelen llamar

y son protectores de la delincuencia.

Los que secundados por torvos sicarios

vitaliciamente quieren el poder.

Los que sagrados y puros santuarios

de la fe cristiana quieran corromper.

Esos, no son hombres. La fiera salvaje

que asalta y que hiere con ciego furor

no exige como ellos servil vasallaje

ni asalta ni hiere con tanto terror.

La bestia bravía al hombre no humilla

y si mata, lo hace por necesidad.

Pero éstos nos hacen doblar la rodilla

y  luego nos matan por pura maldad.

¡Mueran los traidores, mueran los tiranos!

¡Mueran los autores de la iniquidad!

¡Vivan los sagrados derechos humanos!

¡Vivan Dios, la patria y la libertad!”

A la luz de este poema, vemos con asombro, como las practicas dictatoriales, aun siguen siendo las mismas, al punto de haber sido escritas, en momentos distintos a la Venezuela de hoy, cada aspecto expresado en él, tienen tanta similitud con la situación de opresión y tiranía, que actualmente padece el pueblo venezolano, al que solo le es necesario, explicar dos palabras  “ANATEMA e INIQUIDAD”, del resto a buen entendedor…

Una interpretación que podríamos dar acerca del término “anáthema”, es que es  “algo puesto o establecido”. Anáthema corresponde comúnmente a la palabra heb. jêrem, que traduciría a una cosa “dedicada [maldita]”. Este vocablo hebreo proviene del verbo heb. jâram, “dedicar a la destrucción”.

La idea básica de esta palabra es que algo (o alguien) ha sido puesto bajo una prohibición; prohibición que lo destina a la destrucción o lo aparta de la sociedad; también puede ser, “algo puesto aparte” como una ofrenda votiva a un templo, “algo maldito”.

Hay muchos ejemplos en la Biblia, que podría mencionar, se los detallo  para su estudio en profundidad (Deuteronomio. 13:17; José. 6:17, 18; 7:1-15; 1 Romanos. 20:42; Levítico. 27:28, 29; Ezequiel. 44:29). En el Nuevo Testamento el término se usa en Romano 9:3; 1 Corintios. 12:3; 16:22 y Gálatas. 1:8, 9, con el sentido de pronunciar una maldición sobre otro, o ponerse uno mismo bajo maldición. En el libro de 1 Corintios, capitulo 16, versículo 22, tiene el sentido especial, de pronunciar maldición sobre quien deliberadamente desprecia el amor de Cristo.

Por otro lado, la palabra Iniquidad, se refiere a la cualidad de inicuo, aquel que designa maldad, perversidad, abuso o gran injusticia, es decir, todo acto contrario a la moral, la justicia y la religión. La palabra proviene del latín iniquĭtas, iniquitātis, que traduce “cualidad de injusto”, y sus sinónimos son injusticia, maldad, infamia o ignominia.

En la Biblia, en el libro de Éxodo, capitulo 34, versículo 7, habla de un orden lógico, en la raíz del mal: iniquidad, rebelión, despropósito o pecado y que de ningún modo Dios, tendrá por inocente al malvado.

El Gobierno de Venezuela ha escogió un camino, fuera del orden Constitucional, al igual  que algunos componentes de las Fuerzas Armadas Nacionales <<por no decir todos>> y funcionarios públicos, que secundan con sus acciones, las ordenes violatorias de las normas constitucionales y de derechos humanos; también podríamos incluir, aquellos que han tomado de los recursos del Estado al costo de la pobreza y miseria de sus connacionales; y por último, “… el soldado que apunta su arma contra su pueblo” nuestro Libertador Simón Bolívar, los denomino “Maldito”, la Biblia le llama Anatema y la historia lo confirma, con las consecuencias que han sufrido todos los Dictadores.

¡Arrepiéntanse!, el pueblo de Venezuela exige que se restituya el “Orden Constitucional” y los “Derechos Humanos”, son exigencias básicas, de todo país democrático: ALIMENTOS, MEDICAMENTOS, SEGURIDAD, LIBERTAD DE PENSAMIENTO, etc.

Tal vez con la Patria puedan forcejear, pero con Dios, ¡No!

One thought on “LAS CONSECUENCIAS DE LA TIRANÍA.”

  • Excelente artículo. Sería bueno que quienes se creen dueños del mundo reflexionaran y se arrepintieran antes de que las consecuencias de sus acciones terminen por destruirlos. Tarde o temprano la tiranía termina siendo vencida. Creo firmemente que del abuso y de la miseria se levantará un pueblo lleno de fe y de esperanza. La historia, se encargará de recordarle al mundo que el poder en una sola persona pervierte y arruina. Con Dios todo sin Dios nada.

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