!LA REBELIÓN!, RECURSO CONTRA LA TIRANÍA Y LA OPRESIÓN.

A veces las personas interpretan, que el no rebelarse, es estar del lado  del opresor o que el hecho de apoyar una “Reconciliación Nacional”, se está llamando a avalar o convalidar  la corrupción y a la violación de derechos humanos. ¡No, no es así!,

El corrupto, el funcionario público que agredió, mató, torturó, violó derechos humanos, entre otros muchos ejemplos, esos serán juzgados, cuando verdaderamente tengamos un Estado de Derecho y un Sistema de Justicia.

Ahora bien, para las personas que viven el sufrimiento diario de la Venezuela en caos, aquellos que perciben diariamente que sus derechos como ser humano (económicos, sociales, culturales y políticos), no son protegidos por el estado venezolano, ni por los organismos internacionales encargados de velar por los valores democráticos y que no exista más derramamiento de sangre en el mundo, buscan en la “Rebelión”, un recurso válido contra la tiranía y la opresión, pero no es así, del todo válido.

Manifestar el descontento de todo este caos, de forma pacífica, como lo establece la Constitución Nacional, es legal. Pero, no es lo mismo, insurrección armada, guerrilla, para-militarismo, grupos “colectivos” armados o emisión de sentencias buscando la eliminación de uno de los poderes del estado, estos actos, llevan un nombre, se les llama “Rebelión” y estos traen consecuencias, buscando romper el orden constitucional y deben ser sancionadas administrativa, civil y penalmente.

Actualmente en Venezuela, hay grupos que provocan y desean una guerra civil, muertes, enfrentamientos armados, que solo reflejan, lo que hay en sus corazones, “odio”, de un lado y del otro, – aunque sus motivos sean aparentemente legítimos – a esos habría que preguntarles; ¿Ya te despediste de tus amigos y familiares?, si eres capaz de estimular todo esto, es porque estás dispuesto a morir y abandonar a los tuyos, ¡verdad!

Nadie gana, con el incremento de muertes, viudas, huérfanos, violencia, ¡reflexionen!, le comparto una porción de mi Biblia, específicamente en el libro de Juan, capítulo 10 versículos 10, nos indica:

  EL ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.”(RVR1960)

Hay otro grupo.

Los indiferentes; aquellos que ocupan “cargos públicos” y aunque no pueden hablar, ni manifestar su descontento – por represión política – solo esperan llegar a buen término, sus aspiraciones de jubilación o a la quincena, allí también están, los que “hacen negocios” con el gobierno o simplemente los que forman parte de “la sociedad”, pero que el tema social y político hace un tiempo dejo de importarle, por la falta de credibilidad hacia los partidos políticos, que hasta ahora se han desenvuelto y solo se ocupan de lo suyo, deseando que ni la delincuencia, ni la desesperanza de resolver un tema de salud, ni la privación de libertades o la pérdida o expropiación de su propiedad privada les toque a su puerta.

Hay otro grupo, aun más grande.

Los apasionados por Venezuela y por los valores democráticos; aquellos que aun hacen lo que es correcto, cumplen las leyes, manifiestan su descontento de forma pacífica conforme a la Constitución, producen con su trabajo diario y esperan en la activación de la Carta Democrática, el envío de alimentos y medicamentos a todo el pueblo de Venezuela, que existan acciones democráticas, coherentes dentro del gobierno, como por ejemplo: a) Liberación de los presos políticos; b) Que existan “Elecciones Presidenciales” o “Referendo Revocatorio” Presidencial; c) Que se restablezca el “Estado de Derecho”; c) Que exista “Independencia de Poderes” y d) Que tengamos un verdadero “Sistema de Justicia”.

Aquellos que conocen el preámbulo de la DECLARACIÓN UNIVERSAL DE DERECHOS HUMANOS de 1948, saben que la rebelión, no se encuentra establecido como un derecho, sino que se encuentra establecido como recurso en su preámbulo, a través de la expresión:

“Considerando esencial que los derechos humanos, sean protegidos por un régimen de Derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión”

En resumidas cuentas, nuestro actuar debe estar apegado al ordenamiento jurídico interno y  externo, haciendo prevalecer los derechos humanos, con todo y sus treinta artículos, que recogen derechos de carácter civil, político, social, económico y cultural; y  los valores democráticos (Tolerancia, Igualdad, Justicia, Pluralismo, Libertad, Responsabilidad y Participación).

Hay que insistir en el cumplimiento de esos derechos por todos los medios democráticos posibles, agotando los mecanismos constitucionales, como ya se han hecho y luego, los tratados internacionales, como ahora se están haciendo, no obstante, si a pesar de todos estos esfuerzos democráticos, el gobierno persiste en desconocer la Constitución Nacional, los derechos humanos y el llamado de la comunidad internacional, dando continuidad a sus políticas de opresión y tiranía, convertidos en sí mismos, como actos de Ley, entonces, es cuando se materializa la advertencia expuesta en la DECLARACIÓN UNIVERSAL DE DERECHOS HUMANOS de 1948, anteriormente mencionada. “… a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión”.

Si todos los venezolanos, buscamos el restablecimiento de la “Democracia”, del “Estado de Derecho”, de la “Independencia de Poderes”, de un verdadero “Sistema de Justicia” y la “Reconciliación Nacional”,  con ello, recuperaremos nuestro País.

En conclusión, toda Venezuela ganaría, cuando a pesar de las circunstancias y diferencias, prevalezca “AYUDAR” y “SERVIR”; al ciudadano para que no muera en un hospital por falta de asistencia o medicamentos, al hombre o mujer para que no sufra por no poder proveer a su casa y a los suyos o simplemente llevar un poco de comida, a aquel vecino que al terminar el día, no ha podido darle de comer a sus hijos, ese es el principal derechos humano que debemos defender.

Tal y como les comente, en el mensaje anterior, es tiempo de volver a Jesús. En el libro de Mateo 7:12, se lee:

“Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los Profetas”

Esta expresión, fue recogida por la “Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano” de 1793 e incorporada  como preámbulo de la Constitución del pueblo francés.

Gabrielamador.com

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