LOS DERECHOS SE TOMAN, NO SE MENDIGAN.

Palabras utilizadas por el Dr. José Francisco Peña Gómez, líder político de República Dominicana, que luchó por la libertad y la democracia de su país, en momentos donde la tiranía y la opresión, estaban disfrazadas de democracia. Al igual, que en esa época, la expresión ¡Libertad!, se ha convertido en el clamor del pueblo de Venezuela,  se escucha en las marchas, de manera determinante y desafiante, en los cuatros costados del territorio.

La lucha por la defensa de los derechos constitucionales, realizada masivamente, por el glorioso pueblo de Venezuela, ha transitado dolorosamente por varias etapas, llegando “el gobierno” a las más infames de las estrategias políticas para mantenerse en el poder a través de “La Dictadura”, <<LA OPRESION>>,  olvidando el consenso y el respeto a la voluntad popular.

¡La Persecución!

Los principales líderes políticos, ahora mismo,  están encarcelados (Leopoldo López), se encuentran inhabilitados (Henrique Capriles Radonski), o simplemente procuran callarlos, con estrategias comunicacionales de descredito, como si se tratase de una orden directa “Eliminen a los lideres visibles”, para luego, también amedrentar al liderazgo político emergente, como lo demuestra la estadística señalada por el secretario general de la OEA, el cual apuntó, la cantidad de 300 personas, privados de libertad, por razones políticas, “Manifestar”.

¡La represión masiva!

Seres humanos maltratados, salvajemente golpeados, con perdigones en el rostro, impactos craneales producto de bombas lacrimógenas, muertes de jóvenes, hombres, mujeres, anciano y niños, son los registros de crónicas rojas, que llora el pueblo de Venezuela, como si no le han sido suficientes a “el gobierno”, las 26.700 muertes violentas, registradas para el año 2016.

¡El grito de dolor, de un pueblo!

Las campanas que resuenan en las Iglesias, reflejan el llanto de las  madres venezolanas, que desconsoladamente lloran las pérdida de sus hijos; el arpa, el cuatro y la maraca, pasaron a formar parte de los instrumentos de guerra, para protestar pacíficamente; las cartas de las jóvenes en la redes sociales, expresando el dolor de haber perdido el novio con quien contraerían matrimonio; el llanto de la viuda enlutada; la mujer de avanzada en edad que desafía a la tanqueta; el joven que se muestra al desnudo con una Biblia en la mano y una corbata al cuello; es una invitación a recordarlos y a honrarlos, por el sacrificio, por sus vidas, por la defensa de los “Derechos Constitucionales”, de los “Derechos humanos”, que como seres humanos nos merecemos. Dios Bendiga a todas esas personas y guarde al pueblo de Venezuela.

¡LA DEMOCRACIA, NO SE NEGOCIA!

Las “GARANTIAS CONSTITUCIONALES”, se les llaman así, porque simplemente están contenidas explícitamente en la Constitución, de todos los países democráticos, son derechos que pueden entenderse connaturales al hombre. Prácticamente inciden en los derechos que se consideran básicos para el desarrollo de una nación o de una sociedad. Estos derechos, entre otros, pueden ser, la propiedad privada, la libertad, a trabajar, a la integridad física, etc.

En los gobiernos totalitarios, las garantías constitucionales quedan suspendidas, en circunstancias en que los derechos de los ciudadanos  comienzan a dejarse de lado para evitar tener límites en lo que respecta a la práctica del poder.

Ciertamente, en estos casos existe toda una vulneración por parte del estado hacia la sociedad, vulneración que solo puede ser eliminada mediante una reacción radical por parte de sus ciudadanos.

Debemos tener presente, siempre que las garantías significan una expresión de la sociedad, que surge para protegerse a sí misma y a cada persona en particular, cuando el poder del estado se utiliza irresponsablemente.

En resumidas cuentas, el pueblo de Venezuela exige elecciones, pero el gobierno insiste en arrastrar los valores democráticos que históricamente se han ganado y desconocer la constitución, induciendo a todas luces a una Guerra Civil entre militares que usan las armas de la Nación, para defender al régimen totalitario y civiles que exigen sus derechos, por medios democráticos y pacíficos.

Para reflexionar, les dejo una palabra que conseguí en mi Biblia, se encuentra en el libro de Juan, capitulo 16, versículos 21 al 24 (TLA 1960), lo expresa de la forma siguiente:

“Cuando una mujer embarazada está dando a luz, sufre en ese momento. Pero una vez que nace el bebé, la madre olvida todo el sufrimiento, y se alegra porque ha traído un niño al mundo. Del mismo modo, ahora ustedes están tristes, pero yo volveré a verlos, y se pondrán tan felices que ya nadie les quitara esa alegría.

Cuando venga ese día, ustedes ya no me preguntarán nada. Les aseguro que, por ser mis discípulos, mi padre les dará todo lo que pidan. Hasta ahora ustedes no han pedido nada en mi nombre. Háganlo, y Dios les dará lo que pidan; así serán completamente felices.”